Tesis con Irina

Bien. He sido aceptada a un congreso de mi especialidad. Será un motivo más para ahogarme, para que mi tema me posea por completo.

Estos días han sido de estar sentada bobeando en la red. Estoy a punto de ir a un psicólogo si esto no cambia.

Hallazgo: Marianne Faithfull. He visto todo lo que concierne a ella, su filmografía; aunque su vida personal sea carente de originalidad -a menos que el hecho de haber sido concubina de Mick Jagger sea algo extraordinario-, y su música no sea algo que me conmueva. Faithfull atrae porque una amiga que tengo en estima me la recomendó y porque, mirando el microcosmos de los sentimientos, ella interpreta roles que van más allá del arquetipo. Ella no actúa, ella siente lo que hace; tal vez por sus directores, que ese es otro gran tema, pues el de Irina Palm es -a decir de varios- un ser extraordinario.

Gracias por acompañarme.

Hoy

Anclo un rato para hablar de mi abuela. Una tarde de un marzo 25 murió mi abuela en medio de cientos de jacarandas en flor y de revuelo de gorriones. No podía haber un día más bello para mujer más elegante y enigmática.

En donde estés, tú, quiero decirte que te llevo dentro y que eres lo que más he sentido cercano al amor. Nadie, nada, nunca más que tú, Abuela.

Poco no es nada

Casa en silencio. Cajita de cristal tras la que veo al sol descansando en los muros de enfrente.

Sí, comencé este blog en enero y veo que llevo escritas sólo seis páginas de la tesis, bueno no, tres, porque mañana debo tener seis páginas ya escritas. Me siento enganchada, no obstante. Me siento bien, aunque ahora visualice un camino muy largo frente a mí; tal vez es la ausencia de paciencia, cierta inquietud por terminar, desasosiego.

Hago un poco de yoga, no trabajo en nada que no sea tesis, me apunto a cuanta conferencia o presentación cuyo tema tiene que ver con mi trabajo, trato de establecer una rutina, aunque sé que debería trabajar en la biblioteca.

Espero ser más constante en este pequeño diario de viaje.