A la par

Hoy me siento una triunfadora. A estas altas horas de la noche (¿O madrugada? ¿O medianoche?), me siento dueña y ejecutora de todas mis capacidades. Será porque acabo de ver un programa sobre dominatrices que aparentemente no tiene nada que ver con la tesis, pero sí. Yo sirvo a la tesis y la tesis me servirá a mi o, si nos va bien, mientras yo sirva con toda mi alma a la tesis, ella se me rendirá y las dos no nutriremos de satisfacción.

La verdad, no me gustó el programa, ése, pero mi tesis y yo, sí nos gustamos. Y estamos en paz, pedaleando equivalente y equidistantemente. (¿Y eso qué significará?)

2:56 am.

Creo que no puedo más.

Tendré más cuidado con los cafés cortados por la noche...

Bona nit.

Cita fallida

Lugar de trabajo

Paisaje urbano desde mi silla

Ayer fui a ver a mi tutor para entregar y comentar mi segundo capítulo.

No había nadie en su cubículo. Puerta cerrada. Pasillo desierto.

Encontré a otros profesores que me dijeron que mi tutor estaba de viaje.

Le llamé al móvil. Dejé mensaje de voz.

Quince minutos después me respondió con un mensaje diciéndome que ya estaba en los Estados Unidos.

Al principio me dije 'no por favor, otra vez, no', pues en otros años me había dejado plantada varias veces. Ya no quería lidiar con esa situación de nuevo.

Sentí confusión, rabia y resignación.

Nada.

Le respondí que disfrutara, que descansara. La verdad es que se lo merece. Hemos tenido reuniones ininterrumpidas de su parte, y yo no podía sentirme tan mal, pues él había cumplido cabalmente con nuestras citas.

Pasados esos momentos, ahora me siento bien.

Estoy leyendo la bibliografía que saqué de la biblioteca para redactar el tercer capítulo, y que sea lo que tenga que ser, valga la redundancia.

Me siento un poco cansada física y moralmente de estas dos semanas que han sido de leer, redactar, medio dormir y levantarme temprano.

Creo que la cuestión es que debo relajarme.

Por otro lado, he disfrutado lo que leo -no tanto lo que escribo-, lo que veo (películas, arte) y lo que escucho; son cosas que nutren mi ser interno, que me inyectan vida.

Voy a dormir.

Mito

Hoy, como siempre, siento que no he trabajado casi nada, aunque el tiempo se me ha ido como agua, como diría Zygmunt Bauman.

Trabajé el segundo capítulo que se refiere al mito y al héroe. Había bastante material que revisar y, por supuesto, descartar.

Al descartar siento una especie de culpa, como si dejara a un lado lo fundamental, lo más importante, el meollo.

Aún no encuentro un término medio entre acoger con cuidado y cariño lo que sirve a mi tesis y desechar lo que no, sin remordimiento.

Repito: desechar me hace sentir culpable. Tal vez la premura del tiempo me presiona o el acelere de mi vida que no para; el querer hacer tantas cosas me distrae y mis proyectos me hablan, me orillan al vacío. Todo eso me produce una sensación de ser una surfer sobre el papel, pues leo, y después... olvido...

Mañana trabajaré los otros dos temas que me faltan y daré por concluido el segundo capítulo.

No tengo sueño, aunque pronto será medianoche. Ya sé que es el estrés.

Buenas noches.

El héroe

El héroe. A ver si me inspiro:

http://www.youtube.com/watch?v=eRwRZ3t0cdU

¿Bien?

Hoy llevé a mi tutor el primer capítulo de la tesis. Dijo que estaba muy bien. A él se le veía contento, satisfecho. A mí, no. No sé si me dice eso para que termine de una buena vez o si en realidad considera que mi trabajo es bueno. Es como cuando uno va a esquiar con amigos que esquían muy bien, y que sólo por decir algo le dicen a uno que esquía bien. Eso, no me gusta.

En fin. Ya me ha pedido el segundo capítulo. Me ha dicho que dentro de tres o máximo cuatro meses termino la tesis. Me pregunto cómo contrastar mi trabajo, si es bueno, si no me estaré devaluando, si en realidad lo estoy haciendo bien, bla, bla, bla, etc...

Vaya.

Tiempo gaseoso

Después del congreso he estado divagando mucho. Me la paso viendo cine sobre la muerte -que nada tiene que ver con la muerte latinoamericana, pero de que es muerte, lo es- pintura, leído de aquí y de allá, y sin embargo siento que no he hecho nada, que todo acto es estéril, que no he hecho nada.

Me propongo de aquí a finales de junio y en adelante escribir dos paginitas diarias de mi tesis. Me sentaré a trabajar -en el sentido más estricto de la palabra- todos los días, así, si escribo dos páginas diarias en promedio, al cabo de siete meses tendré 420 páginas escritas, lo cual no está nada mal.

Mi ambición más fuerte en este momento es introducirme más y más en la filosofía, lo cual le dará ese sabor más humano y profundo a mi trabajo.

Au revoir...