lunes, 31 de enero de 2011

Hoy veré si puedo ir escribiendo algo de tesis.
Abro el balcón y la mañana está ahí, despejada, fresca.
Quiero arreglar esos libreros que están a medio hacer, casi se me echan encima y me producen una sensación de desorden, y eso me desestabiliza.
Desde mañana hasta el domingo trabajo como emergente en una feria. No tengo nada de ganas.
El insomnio por no trabajar en tesis me tiene exhausta. Es más, me pregunto para qué la tesis, y cuando me respondo que puede servir para nada, me retraigo y me digo que debo terminar, (aunque no haya comenzado).
Anoche tomé un pequeño vaso de vino y me siento espesa.
Hasta la noche.

domingo, 30 de enero de 2011

Declaración de intenciones

Hoy, 31 de enero, 1,59 am, declaro el inicio de la escritura de mi tesis doctoral. He escrito cuatro líneas, aproximadamente, desde hace dos semanas. He comenzado a leer un libro que me va sumergiendo en el folklore. Mañana, o sea, hoy, trataré de agregar algo más. Iré escribiendo conforme vaya leyendo. No pienso desperdiciar tiempo en leer toneladas de libros, tomar apuntes, para después redactar, pues la información se escaparía. Así es que libro leído, información integrada ipso facto a la tesis.
Me encomiendo a todos los dioses prehispánicos, a los chamanes, a María Sabina y todos los gurús que estén sintiendo mi presencia ahora, en este planeta Tierra. Y a los de más allá, les pido su venia.
Comenzamos.