jueves, 24 de marzo de 2011

Hoy

Anclo un rato para hablar de mi abuela. Una tarde de un marzo 25 murió mi abuela en medio de cientos de jacarandas en flor y de revuelo de gorriones. No podía haber un día más bello para mujer más elegante y enigmática.
En donde estés, tú, quiero decirte que te llevo dentro y que eres lo que más he sentido cercano al amor. Nadie, nada, nunca más que tú, Abuela.

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