sábado, 18 de febrero de 2012

Va i ven

Son las 10:05 de la noche de un sábado extraño. Extraño porque no avancé mucho, y porque la sensación que priva es de apremio y calma. ¿Y eso? Pues resulta que hacia las 7 pm me sentía feliz como una lombriz, creyendo que ya tenía corregido el apartado 6, y no era así; en este momento preciso me doy cuenta de que faltan muchas cosas por agregar, textos que leer; algunos provienen de libros que no tengo a la mano y que habrá que ir a recolectarlos a la facultad. Así las cosas, y puesto que pensaba concluir en marzo, no me atormentaré más y finalizaré en septiembre. Aunque... si hay un poco de suerte, tal vez entregue en marzo. Aunque lo veo muy difícil, sobre todo por lo de las lecturas, no puedo redactar un apartado sin lectura previa de teoría para aplicar al análisis de los textos que... aún no leo. Y así estoy de la euforia al desánimo disfrazado de tranquilidad. ¿Qué me depara el futuro? El lugar común dice que uno es el constructor de su futuro, pero yo digo que no, que ni siquiera soy dueña de mí en este momento. Los ojos y la espalda son los que mandan. En este momento me dicen que ya estuvo bien, que quieren descansar; me tienen amenazada con vomitar. Quería contároslo. Buenas noches.

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