domingo, 22 de abril de 2012

Trabajando, que es gerundio



Estoy trabajando. Concluyo capítulos, añado mil y un datos que andan sueltos. Aunque antes he tenido días bajos, de falta de concentración y energía. Me ha atacado un TOC en forma de chequeo constante de correo, mucho sueño, falta de concentración, insomnio; repasar una y otra vez líneas de libros sin entender casi nada; lecturas que no tienen que ver cien por ciento con la tesis, ¿o sí? Miedo a conducir,, distraerme mientras lo hago y hacerle daño a mi hijo; apetito, mucho apetito. Para contrarrestar he aplicado la concentración: visualización de una escena agradable, atención a algún sonido específico para detener mis pensamientos que vuelan desbocados; me he apuntado de nuevo al gimnasio; recapacitar sobre mis prioridades que, aunque suena bien, no las tengo muy claras, excepto tener una buena convivencia con mi señor marido y con mis hijos a quienes amo; excluirme temporalmente de mi mundo silencioso y solitario, y navegar por la vertiente mundana hasta que el viento tempestuoso amaine.
Hoy fuimos a un bufette japonés que nos gusta; él y yo, solos. Ayer vimos una película con Penélope Cruz, No te muevas, escrita y dirigida por Sergio Castellitto, y me doy cuenta de que no tengo la disposición para ver ese tipo de dramas; para ningún drama tengo disposición, pues hoy, entre otras cosas que me han sucedido en el transcurso del tiempo en que no he escrito en este blog, se le desprendió un colmillo a Oliva, la mascota, y me alejé de ella, con angustia, para no ver el colmillo colgando de su hocico y la sangre fluyendo por los bordes de sus encías. La perrita no lloraba, pero yo no he podido soportar la escena. En la semana tomé una cerveza y una copa de vino de Oporto.
Sigo trabajando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario