domingo, 18 de marzo de 2012

Fuga




Contra todo pronóstico, terminé el penúltimo apartado. Según mis cálculos, podría parar en este momento, aumentar los que ya están escritos, redondearlos aún más, y dar por terminada la tesis. Pero no, me doy cuenta de que en realidad puedo seguir trabajando más y no terminar nunca. Así es que ya solo me falta uno. Un capítulo.

Siento que mi voluntad ya está en otra parte; me cuesta domarla. Ni siquiera creo tener un motivo ingente para continuar.

El tiempo se me va en soñar en lo que voy a hacer cuando entregue la tesis. Hasta me siento feliz. Y enseguida me corrijo, pongo los pies sobre la tierra y visualizo los veinte folios, mínimo, que aún tengo por delante, y me viene una especie de angustia, lloriqueo, pánico, desazón.

Quisiera que alguien me ayudara a escribir ese último capítulo.

Quisiera tener en mi cerebro el contenido de los quiénsabeyacuántos libros leídos.

Quisiera especializarme en Juan Rulfo, memorizar todos los ensayos que hay por ahí escritos. Sé que dos de los más importantes teóricos de Rulfo podrían estar (estarán) en la mesa del jurado en la defensa de la tesis. Me siento aterrada.

Comencé a escribir los agradecimientos para ese gran día. Pero aún me falta el último capítulo. Aún tengo que leer una bibliografía sustanciosa para poder armarlo.

Estos últimos días ha surgido en mí un nuevo sentimiento: que mi vida se está fugando por alguna parte, que lo que estoy haciendo podría haber concluido desde hace mucho tiempo. Que debo parar YA.

Me urge cambiar de actividad, dedicarme a otra cosa que no sea estar sentada viendo pasar la vida a través de una pantalla de ordenador. Por fortuna, aún tengo amigos.

Quiero colgarme al cuello una cámara y una mochila en la espalda, y tirarme a caminar, a caminar, a caminar hasta donde el cuerpo aguante. Recuperar la vida que se fue. Bucear en el tiempo y encontrar a mis hijos tal y como los dejé hace cinco años y reír y bailar con ellos, y cocinarles y amarlos en su edad.




Hoy cumplo años. Estoy nostálgica.

2 comentarios:

  1. Felicidades por tu cumpleaños doctoranda. Y también por tus avances. Yo ahora me dispongo a trabajar aunque desde hace días siento que esto no tiene fin. Mucho ánimo y ojalá no dejes el blog aunque se ve que el final del camino de la tesis llegará pronto.

    Saludos desde "la región más transparente".

    Yo

    ResponderEliminar
  2. Gracias por tu comentario, Yo.
    El fin existe, está ahí, esperándonos.

    Un abrazo de ánimo para ti.

    ResponderEliminar